Háblame, corazón dolorido: ¿qué
tarea ridícula estás inventándote
llorando con tu bolsa de basura
en la oscuridad de la cochera? No es trabajo tuyo
sacar la basura, tu trabajo es
vaciar el lavavajillas. Te estás exhibiendo
otra vez,
como lo hacías en la infancia – ¿Adónde está
Tu costado deportivo, tu famosa indiferencia?
Un poquito de luz de luna golpea
la ventana rota, un poquito de luz de luna de verano,
Tiernos
Murmullos de la tierra con sus dulzores
listos--
¿Ésta es manera de comunicarte
con tu marido, no responder
cuando te llama, o así se comporta
el corazón cuando está triste: quiere que lo dejen
en paz con la basura? Si yo fuera tú,
sería precavida. Después de quince años,
pudiera estar cansándose su voz; cualquier noche
si no le contestas, alguien más lo va a hacer.
Louise Gluck
Hermoso y "acerado" poema, querida Aurora.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y feliz semana.