jueves, 29 de marzo de 2012

Lamento a Mari

CASI es mejor que así llegue esta escena

porque no eres figura sino aliento.

La primavera vuelve mas no vuelve

el amor, Mari. Y menos mal que ahora

todo aparece y desaparece.

Y menos mal que voy tan de mañana

que el cuerpo no se entrega, está perdido.

¿Es lo que fue, lo que es, lo que aún espera

remordimiento, reconciliación

o desprecio o piedad? Y ya no hay celos

que den savia al amor, ni ingenuidad

que dé más libertad a la belleza.

¿Quién nos lo iba a decir? ¿Y quién sabía,

tras la delicadeza envejecida,

cuando ya sin dolor no hay ilusión,

cuando la luz herida se va a ciegas

en esta plaza nunca fugitiva

que la pureza era la pureza,

que la verdad no fue nuestra verdad?

¿Quién buscó duración? ¿Quién despedida?

Ya no hay amor y no hay desconfianza,

salvación mentirosa. Es la miseria

serena, alegre, cuando aún hace frío

de alto páramo, Mari, y luce el día

con la ceniza en lluvia, con destello

de vergüenza en tu cara y en la mía,

con sombra que maldice la desgracia.

¡Qué temprano, qué tarde, cuánto duran

esta escena, este viento, esta mañana!

Cluadio Rodríguez

domingo, 11 de marzo de 2012

LAS MIGRACIONES NOCTURNAS

Este es el momento en que de nuevo ves

las bayas rojas de la ceniza del monte

y en el cielo oscuro

las migraciones nocturnas de los pájaros.


Me entristece pensar

que los muertos no van a verlas:

esas cosas de las que dependemos

desaparecen.


¿Qué hará entonces el alma para consolarse?

Me digo que quizá no necesite

ya esos placeres;

quizá sencillamente no ser baste

por duro que resulte imaginarlo.
 
Louise Gluck
 
 

domingo, 19 de febrero de 2012

... dice Durrell que la pareja

es un animal bicéfalo

por eso yo

prefiero andar a solas con mi propio cuerpo

yo se que

el beso casto enloquece a las bestias

haciéndolas bramar

Y eso es hermoso


Lo mejor sería

un solo cuerpo sin cabeza

un corazón radiante y bueno

que pueda sublimar el recuerdo salado

de las futuras lágrimas, digo

cuando los cuerpos vuelvan a sus cabezas

y se digan adiós


Sí, inventar un espejo de cuatro dimensiones

en el que reposar despiertos

haciendo el amor en otro mundo.


Maricruz Patiño
 

lunes, 13 de febrero de 2012

Los Amorosos.

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se estan yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre- ¡ que bueno !- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la obscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
 
Jaime Sabines.

jueves, 5 de enero de 2012

Ajeno

Ajeno

LARGO se le hace el día a quien no ama

y él lo sabe. Y él oye ese tañido

corto y duro del cuerpo, su cascada

canción, siempre sonando a lejanía.

Cierra su puerta y queda bien cerrada;

sale y, por un momento, sus rodillas

se le van hacia el suelo. Pero el alba,

con peligrosa generosidad,

le refresca y le yergue. Está muy clara

su calle y la pasea con pie oscuro,

y cojea en seguida porque anda

sólo con su fatiga. Y dice aire:

palabras muertas con su boca viva.

Prisionero por no querer abraza

su propia soledad. Y está seguro,

más seguro que nadie porque nada

poseerá; y él bien sabe que nunca

vivirá aquí, en la tierra. A quien no ama,

¿cómo podemos conocer o cómo

perdonar? Día largo y aún más larga

la noche. Mentirá al sacar la llave.

Entrará. Y nunca habitará su casa.

Claudio Rodríguez

lunes, 19 de diciembre de 2011

Palabras para Julia



Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.


Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.


Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.


Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.


Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.


Un hombre sólo, una mujer
así, tomados de uno en uno,
son como polvo, no son nada.


Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.


Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.


Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.


Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.


Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.


La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares,
tendrás amor, tendrás amigos.


Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.


Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.


Y siempre, siempre, acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.


J.A.Goytisolo

martes, 13 de diciembre de 2011

Escrito está en mi alma vuestro gesto...

Soneto V

Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribistes, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero;

cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.

Garcilaso de la Vega