Nadie podría escribir una novela sobre esta familia:
hay demasiados personajes parecidos. Además, todos son
mujeres.
Tan solo un héroe hubo.
Y el héroe ya murió. Las mujeres como ecos, duran más;
resisten demasiado por la cuenta que les trae.
Y a partir de aquí, nada cambia:
sin héroe, no hay argumento.
Y en esta casa "argumento" quiere decir "historia de amor".
Las mujeres no evolucionan.
Oh,sí, se visten, comen, guardan las apariencias.
Pero no hay acción, no hay desarrollo en los personajes.
Todas han decidido suprimir
la crítica del héroe. El problema reside
en que el héroe es débil, sus escenas
indican su función, no su carácter.
Quizá eso explique por qué su muerte no fue
conmovedora.
Primero está sentado en la proa de la mesa
donde más se necesita el mascarón.
Luego, a pocos metos, agoniza y su mujer
le acerca un espejo a los labios.
Asombroso,cómo se afanan estas mujeres, la esposa
y las dos hijas.
Ponen la mesa,retiran los platos.
Una espada les perfora el corazón.
Louise Gluck
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